El momento.

Y llega ese momento en el que ya no puedes más, el que no te importa el que dirán o el como reaccionaran, sólo lo necesitas a el, ese que dice la gente que es un cabron, ese que es conocido como el que ha estado con mil chicas, sólo el. Si lo opuesto a mi tal vez, yo que soy de las que sí se enamora es porque va enserio, porque le necesito, porque cuando lo veo sonreír aunque no sea por mi estoy contenta, la que se pone contenta con una mirada suya, la que le mira en cualquier momento que puede y la que llora por el, tal vez suene a algo imposible, yo se que jamás estaré con el, lo primero es que no soy lo suficientemente buena para el, lo segundo el tiene novia, lo tercero jamás de fijara en mi.
Me lo he planteado mil veces el decirle que me gusta, el declararme a el, y más de una vez he estado a punto de hacerlo, pero entonces lo miro, le veo y me digo que a donde voy, que se va a reír de mi, o que va a pensar que es broma, es algo difícil de entender todo lo que pasa por mi cabeza en el instante en el que lo veo, el instante en el que pasa por mi lado, o el instante en el que le veo contento, es una sensación que es muy bonita, pero también mala, porque sí te da por pensar puedes joderte la vida, rayarte como el que más y terminar por pensar lo que he pensado yo mil y una vez, si el pensar que no sirvo para nada, o el para que estoy aquí si no sirvo para nada, el sentirme inútil como rutina, y el despreciarme las 24 horas del día, llorar horas por las noches, pero veo que vale la pena, porque aunque llore tanto, o me sienta tan mal, es verle y una sonrisa dibujarse en mi cara y hacerme feliz.